miércoles, 16 de marzo de 2011

Mente fría, corazón caliente…

Son demasiadas las cosas que uno tiene que aceptar… demasiado que olvidar, y demasiado por hacer. A veces todo lo que te rodea hacen que las cosas salgan mal, y yo necesité escapar… y escapé y regresé y ahora me arrepiento de volver, y mi deseos son los de volver a escapar y desaparecer. Ha sido tanto la calma de conocerte, tan conocida la sensación de que te conocía de toda la vida, y tan amena todas esas conversaciones de las que nunca te cansas… te aseguro que en una hora de aquí consiguieron sacarme de mis casillas… pero contigo no fue así, y te lo hice saber… y estuve bien, y fue perfecto.

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